¿Vives en Madrid y necesitas hacer una escapadita express?

La Sierra Norte de Madrid nos ofrece, a tan solo una hora de distancia, la oportunidad de salir del ruido, la rutina y las prisas de la gran ciudad, respirando paz, aire fresco y tranquilidad rodeados de naturaleza.

En esta ocasión hablaremos de Garganta de los Montes, un pueblecito pequeño y encantador situado a la entrada del Valle Alto del Lozoya, en la sierra de Guadarrama.

Este pueblo se origina en la Edad Media, entre los siglos XIV y XV, donde un centenar de pastores y familias se instalaron para repoblar esta zona, la cual creció gracias a la explotación ganadera. En la actualidad su punto fuerte es el turismo, ofreciendo rutas a pie, bicicleta o caballo.

En el centro del pueblo se sitúa la Iglesia de San Pedro, de estilo bizantino, y a su entrada una estatua de bronce llamada Altarera, en honor a una habitante de allí que elaboraba altares para la fiesta del Corpus Christi.

Bajando la calle podemos ver una estatua de un abuelo y su nieta, que quiere reflejar el intercambio de experiencias. Si lo que hacemos es subir la cuesta nos encontramos las Tres cruces y el Gallo, realizados en granito, que invitan a realizar la ruta hacia la Ermita de Nuestra Señora de los Prados (pero no hagas caso a los carteles del camino porque siempre pone que te queda un kilómetro para llegar, pero andas uno y otro y otro…. Si no te desesperas, la encontrarás).

Entre montañas, paseando por sus calles encuentras casas de piedra y madera, que te hacen retroceder en el tiempo, imaginando cómo sería la vida allí siglos atrás.

Pero ¡nos está entrando hambre…!, ¿dónde podemos comer? En el pueblo hay varios bares/restaurantes, pero a mí me gustó uno que se encuentra en el Cuadrón (afueras de Garganta), se llama «La Era» y realmente se come muy bien, cuidan los detalles y lo preparan con cariño.