Como cada vez que vamos a iniciar o programar una escapada nos asaltan las dudas de ¿dónde vamos? pero en esta ocasión si una cosa estaba clara es que en este viaje queríamos que nos acompañara nuestro amigo Quique, ya lo ha hecho en otras ocasiones (Gerona y Estambul) y es que ¡es tan mono! y se viaja tan bien en su compañía. Quique es un punto de inflexión entre Estela y yo, nos apacigua en nuestros peores momentos y se adapta a casi todos nuestros caprichos antojos ;). Apunta fuerte pasar a formar parte como tercera «Spanish Ladies» jejeje.

Túnez, Madeira, Polonia, de nuevo Marruecos, muchas eran las ciudades que llamaban a la puerta, pero solo podía ser elegida una, en esta ocasión nos hemos decidido por ¡Budapest! ¿las razones? Pues este año ya nos hemos fundido el presupuesto con el viaje Honh kong, a parte de haber estado en Estambul juntas, por separado La sed del viajero ha explorado ciudades como Viena, Valencia o Lisboa.

Aunque ambas tenemos aún 15 días de vacaciones, más los días libres que podíamos juntar, nos hubiera dado tiempo a realizar el viaje que teníamos previsto, pero Hong Kong llegó por sorpresa y con sus vientos huracanados borró del mapa a Sri Lanka o México. Bueno, volverán a formar parte de esa interminable de viajes a realizar.

No queremos que la Perla del Danubio, la capital del centro de Europa se enoje con nosotras, sabemos que no nos va a defraudar, pero queremos ser sinceras con ella, no la hemos elegido por la belleza, ni por la grandiosidad de su parlamento, o por el nostálgico puente de las cadenas, ni por su historia o rendirle cortesía a los fundadores de la nación en la plaza de los héroes, sino por algo más primario: precio y logística. 

También sabemos que no es la mejor fecha para ir, rezando andamos para que no llueva, pero para seguir con esta línea de sinceridad ¡en Polonia nos hubiéramos cagado muerto de frío! ¡A quién vamos a engañar! ¡qué coño leches!  también nos apetece ir a un balneario, sentir el cambio de temperatura y no por ver el cuerpo al descubierto de Quique…jejeje. 😉

No queremos que te sientas mal, no es tu culpa ser europea, somos nosotras, que andamos con la cabeza alborotada últimamente, pegando brincos de un país a otro, andamos cambiando de continentes por nuestro estado de frustración,  por no poder hacer lo que realmente deseamos, que lo estamos pagando contigo, empújanos a vibrar con tu cultura, con tu gente, déjanos saborearte y enséñanos (somos buenas alumnas) que no siempre es mejor lo más inalcanzable.

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