DÍA 8 (03/o3/2012) BY ROIRETO
Llegada a la espantosa Delhi.
Creo que con Delhi me pasará como con algún otro lugar de el mapamundi no muy lejano, que tendré que viajar una segunda vez para hacer las paces con ella, ahora mismo la odio, os lo digo de verdad, ¡la odio!.
Que decepcionante fue el paso por la capital de un país que me tiene ensimismada por muchos motivos y eso que viajaba con mis prejuicios unidos a muchos de los que me metía mi madre en la mochila; ¡La mujer en la India no vale nada! ¿Qué se te ha perdido a tí en ese país? ¡Para ver pobreza!. Es verdad, los hombres y las mujeres no tienen los mismo derechos, pero ese es otro tema que si podemos ya hablaremos en una entrada para destacar tradiciones, costumbres, etc…
Como visitante, turista o viajera me quedé sin ver todo y de ahí mi enorme enfado, desde que llegamos a la ciudad todo se complicaba, desde el café en la estación de Nizamudin (una estación más pequeña), a la búsqueda de un hotel en Arakashan Road en la zona de Paharganj (zona mochilera por excelencia . Miramos varios, incluido el que teníamos ojeado desde Madrid y que estaba lleno, seleccionamos hotel «Aparentemente» aceptable…jejeje ¡Ilusas! ¿El Neha inn aceptable? ¡una mierda!.
Os puedo adelantar la de millones de veces que ese día acabamos enzarzadas en «discusión» con conductores de rickshaw, agentes de viajes, personal de oficina de turismo, etc… Desde que empezamos a caminar por la ciudad cruzando el puente que atraviesan las vías del tren, donde ya nos advertían los transeúntes que no pasáramos por ahí ¿No sabemos por qué? creo que es por el hecho de ser mujeres blancas (solo noté este trato machista hacia nosotras en esta ciudad). Pasamos por delante de la estación a si que decidimos comprar un billete que nos faltaba, subimos a la oficina de la primera planta office tourist bureau «supuestamente cerrada» …jajaja, ¡No podéis engañarnos este truco ya no lo sabemos! 😉 pero salimos corriendo del gentío que había, una cola de viajeros eterna donde pasaríamos unas cuantas horas, buscamos una agencia de viajes, preferimos pagar un poco más y acabar con esto pronto ¡Ilusas! ¿Acabar pronto con la compra de billetes? ¡una mierda!.
Necesitábamos billete para llegar a Jaipur para dos días más tarde, ¡parece increíble! solo eran las 09:00 hrs de la mañana y sin llegar a visitar la ciudad nos habíamos rendido, cambiamos la ruta, esa misma noche partiríamos a Puskhar, ¡Bien! volvía a reaparecer otra vez en nuestro mapa del recorrido. Es lo bueno de no tener cerrados y comprados todos los billetes, te da la opción de salir huyendo. 😉
Decidido, solo visitaríamos lo que nos diera tiempo durante ese día, aunque os parezca sorprendente solo vimos La Jama Masjid: La mezquita más grande de toda India, una belleza arquitectónica de la era mogol y mira que teníamos cerca el bazar de Chandni Chowk, El Fuerte Rojo, pero, ya estábamos a punto de tirar del todo la toalla, ¡Qué estrés de gente! llevábamos largas horas de pactos que se rompían segundos después, horas de peleas psicológicas para intentar llegar al Templo del Loto, ¡Más dinero! Más dinero!. ¿Más dinero? ¡una mierda!.
Yo ya había descartado ir también a Qutab Minar que se encontraba mucho más lejos, o India Gate, incluso viajar en su Metro que «dicen» que es impresionante el contraste que hay con la ciudad; solo quiero ir a un sitio tranquilo antes de partir a otra ciudad El Raj Ghat de Nueva Delhi parecía el sitio idóneo, es el lugar donde se encuentra el monumento dedicado a la memoria de Mahatma Gandhi. ¡Pues señor@s, tampoco lo logramos!. 😦 Y acabamos en el Mc Donald’s donde nos sentimos llenas de impotencia, rabia, tristeza, etc…
Teníamos que apagar todos esos malos pensamientos a golpe de tarjeta…jeje, comprando algún sari por la zona de connaught place , sacamos dinero en uno de los cajeros de la red Icici Bank seguro que lo vamos a necesitar los próximos días. Finalizamos en Main Bazar, donde me empecé a sentir mejor con la ciudad, ¿por la noche tenía otro latir o era yo la que la veía con distintos ojos? con ojos de compasión por querer perdonarla. Así que me dejé llevar y me lo pasé genial entrando de tienda en tienda rápidamente regateando con los comerciantes, algunos hasta empezaban a mostrarnos la cara alegre y divertida de Delhi……¿Y si nos quedamos? ¡uuuna mierdaaa!
Ya era demasiado tarde, no había vuelta atrás, debemos marcharnos, aunque al final se que terminaríamos amándote como a todo el país… Lo sé!!! ¡Bye, Bye Delhi!.
DÍA 8 (03/o3/2012) BY ESTELA
DELHI… qué se puede decir de esa ciudad caótica donde todo el mundo (aunque ni siquiera gane nada a cambio) te intenta liar y confundir?? Estrés total.Cogimos un hotel, el «Neha» (500rp), habíamos visto otro antes pero llenito de mosquitos y más pequeño. Este también tenía, pero al menos era más espacioso. Enseguida vimos que había ido Wendii con sus amigas, es decir, había cucharachas pequeñas (y no tan pequeñas…) que de vez en cuando se paseaban por toda la habitación (camas incluidas) y por el baño. Sin duda el peor hotel de los que llevamos hasta ahora.En Delhi perdimos como 6 u 8 horas intentando ir a ver el Templo de la Flor de Lotto, el fuerte, la mezquita y el monumento de Gandhi, sin conseguirlo. La gente en Delhi nos pareció superliante.Estábamos desesperadas y agobiadas. Fuimos por nuestra cuenta a ver el fuerte rojo y la mezquita. No nos dió tiempo ni ganas de más. Nos intentaron tangar demasiado con los transportes (horas de lucha por la calle, en centros de turista (por cierto eran mis galletas…jajaja), e incluso con la policía), y la gente empuja y va sin cuidado. En la mezquita me hicieron ponerme un vestido suyo por encima de manga larga (y debo decir que iba correctísima vestida, no sé por qué a mi sí y a Rosa no… 😦 jajajaja); y para el fuerte e intentar ver algo después más lucha y caraduras en el área de «transportes».Para comer quisimos Mc Donal´s, ya que lo habíamos localizado a la ida. Descubrimos que había gente que iba arreglada-europeizada incluso para ir a comer allí, y que era el restaurante de comida rápida que más bichitos correteaban por el suelo de todos los que jamás ví… Ya teníamos también comprado el billete de bus a Puskhar (lo cual fue toda una aventura…) para esa misma noche, NO queríamos más Delhi, es la capital, pero parecía el rincón más descuidado y grosero de toda India.Por la tarde nos dedicamos a comprar saris para regalar y fuimos a un bazar que nos encantó; cómo nos relajó ir de compritas, sobretodo a esos precios tan baratos!
Al coger el bus a Puskhar nos encontramos a Marco (el chico italiano que conocimos junto a su novia argentina; ella ya había vuelto a casa), iba dónde nosotras. Nos presentó a Gastón, un menorquín que está en India comprando por negocios y también iba a Puskhar.
Vamos allá! Aún no hemos probado el viajar por aquí en autobús….a ver qué tal!!