En resumen, esta entrada debía haberse producido allá por el mes de junio o julio, pero como ya me vais conociendo no os extrañará, soy una tía de impulsos y el refrán de » no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy» no es que me lo aplique muy a menudo en mi vida. Así que aquí estoy haciendo los deberes, como siempre tarde 😉.
Y si el año pasado se presentaba tranquilo, al final no lo fue, mira, va a ser que no me puedo quejar (eso dicen). Aunque sí a lo de viaje se refiere, todo viaje en mi vida es poco.
El año empezó con el viaje a Londres, era el único que tenía en mente cuando comenzó el 2015, bueno también otro que debía producirse en el mes de noviembre junto a Estela, ¡Spanish ladies on the road again! Pero al final no pudo ser, porque se había producido meses antes, cambiamos impulsivamente la fecha a Septiembre, también cambiamos el destino, así que pasamos de querer viajar a Cuba o Sri Lanka a estar dando comprar a unos billetes que nos llevaban a una país Asiático… ¡Malasia!
De repente, así como el que no quiere la cosa, Estela decide que para su cumple quiere romper con las tradiciones y no quiere viajar alguna playa de la costa española. Y claro, como decir que ¡No! a su 30 cumpleaños. La ocasión lo merecía y en otro fuerte impulso, sin pensarlo le doy al famoso botón (ese que tanto me gusta) de comprar. «Oslo» digo, este cumple va ser la leche.
Y como era consciente de que en el momento que vi la oferta a Malasia, y que me también iba a Oslo hacer feliz a una persona muy importante de mi vida. Tenía que hacer lo mismo con otra a la que quiero mucho, y me volví a verme enredada con el botón de comprar… Jajaja. Lo mío con este botón es todo pasión e impulsos. Pues nada, allá que fuimos a Ibiza a reencontrarnos. No es la primera, no será la última, ahora esperemos que este año, el 2016, se presente como el anterior.
*****
Recordad que podéis seguirnos en redes sociales: Facebook, Twitter, Youtube, Instagram. Venga, anímate!! Aaahh!! O puedes ser el primero en recibir los nuevos post a través de la suscripción por correo electrónico. Y si queréis vernos sonreír, ¡no te marches sin comentar!