La ciudad de Sighișoara se situada en la región histórica de Transilvania (Rumania), en la provincia de Mureș, en plenos Montes Cárpatos, nosotras tuvimos la ocasión de visitarla ya hace más de 4 años, hoy os la traemos al blog como sugerencia para ser visitada en esta fecha tan señalada, la víspera del día de los Santos, la noche de Halloween.
Puede que os parezca más misteriosa la visita al popular Castillo de Bran y aunque no es el auténtico castillo donde vivió el Conde Drácula es Monumento Nacional, pero no menospreciéis a Sighișoara esta declarada por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.
Tras conducir kilómetros por las malísimas carreteras rumanas desde Cluj Napoca, llegamos al atardecer a esta ciudad medieval y fortificada, atravesamos la muralla que tiene 11 torres con sus respectivas puertas y buscamos rápidamente alojamiento ¡Qué buena elección hicimos! Era como estar en un castillo donde nosotras éramos las princesas en nuestra Fronius Residence, cogimos una rebeca y nos fuimos a cenar al restaurante del Hotel Sighișoara, situado justo enfrente del nuestro, aún quedaba gente paseando por la Plaza Cetaii (Plaza de la Ciudadela).
No sé si la ciudad tendrá algún evento público en esa noche (31 de octubre), pero si hay empresas que organizan cenas de disfraces y excursiones durante esas fechas, pero podéis darle ese aire de intriga descubriéndola por la noche y vosotros solos , al salir del restaurante las calles ya oscuras y totalmente vacías, donde solo nuestras voces rompían el silencio – ¡Wey!..jaja (cosas nuestras), en un principio sólo vimos un gato y encima ¡negro! que andaba buscando el calor del motor de un coche 4×4 de unos cazadores de la región Târgu Mureș, el vaho a pesar de ser mayo empezaba a salir de nuestras bocas y el frío que nos entraba por detrás de los cuellos poco cubiertos nos hacía encogernos de hombros, la torre del reloj marcaba casi las doce y el carillón con sus siete figuras de los dioses paganos estaban apunto de asomarse.
Así que comenzamos a subir los 172 escalones de la Strada Scolii (Escalera de los escolares o escalera cubierta) con mucha fuerza, para entrar en calor, en la cima se encuentra la Iglesia Gótica de Bergkirche y el Cementerio sajón, también se pueden divisar la ciudad baja y a lo lejos las luces de la zona moderna, la que se encuentra fuera de las murallas de la ciudadela.
Dejándonos llevar por el tenebroso sonido de nuestros zapatos al chocar con el suelo adoquinado, decidimos retroceder sobre nuestros pasos e ir en búsqueda de la casa donde el 8 de noviembre de 1431 nació Vlad Tepes “El Empalador” hijo primogénito de Vlad Dracul (diablo) del que heredó una crueldad desmesurada y consiguiendo así el apodo de Draculea (Hijo del diablo), en su historia se fijo Bram Stoker inspirando su novela en este sangriento héroe nacional.
Continuamos hasta la Torre del Reloj, donde las agujas ya sobrepasaban las 00:00, las campanas ya nos habían avisado del cambio de día hace tiempo, aun así decidimos merodear antes de irnos acostar, caminamos por las calles, callejuelas y pasadizos arqueados alumbrados por la luz tenue de algún que otro farolillo, donde nos dimos algún sobresalto mutuo con alguna pareja que andaba queriéndose en los rincones más escondidos, bueno, exactamente junto a; Esté banco es de «palo” ….jeje (cosas nuestras, es que solo tenía respaldo xD).
Al despertar, la ciudad se había quitado ese disfraz de miedo, el contraste del día a la noche era espectacular y alegre, una ciudad preciosa llena de gente recorriendo el casco histórico, visitando el museo de la ciudad, su monasterio, la iglesia de la colina, el cementerio sajón, es de las pocas ciudades medievales habitadas en la actualidad, con mucho encanto entre sus calles salpicadas de casitas de colores, y siendo una de las ciudades más turísticas no podían faltar, comerciantes, anticuarios para hacer negocios con los miles de visitantes que recibe cada día.
Paseo de Turistas.
Nosotras ahora subimos al mejor mirador que existe en Sighisoara que es la Torre del Reloj y seguimos visitando la ciudad, pero ahora disfrutando de los rayos del sol y siempre con nuestro gran sentido del humor; ¿Qué hace El Conde Drácula por la noche, subido en un tractor? ¡sembrar el pánico! 😛 .
La imaginación, acompañada de la sugestión y las leyendas nos hicieron pasar una noche entre bromas vampíricas muy divertida…..¡Dejaros llevar!
PD; Esta es nuestra experiencia, si usted no siente miedo no se admiten reclamaciones ;).
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UHHHHHHHHHHHHHHHH! ¡Qué miedo! ¡jajajaja!
¡Genial! por cierto, no me esperaba esas casitas de colores tan monas 🙂
¡Buen puente chicas!
Sighisoara es auténtica, con un aire que tira a lo romántico por el día y siniestro por la noche. Toda Rumania nos encanto, como no amar ese país sin nuestra mejor amiga es allí. 🙂
Que bonito chicas, bonitos recuerdos, me encantaría ir otra vez
Woooauuu……me encanta, este relato es genial chicas, volveremos a por el felpudo. …..jajajaj.
Volveremos!!! Según estaba escribiendo me iba acordando de todas las cosas,del niño que se fue a por tabaco y jamás volvió, del explota, me explota me explo!!hasta del gato.
Qué bien lo pasamos, Pendeja!!! 😉
Ya te digo! Menos mal que de momento puse otro felpudo «provisional» jajajaja
Tengo muchas ganas de volver, a ver si vemos de nuevo al oso Ruddy 🙂 jajajaja