Cuando os imagináis un viaje a Amsterdam ¿ cómo lo hacéis? voy a intentar adivinar y enumerar lo que os viene en primer lugar a la cabeza ; canales, casas inclinadas, tulipanes, bicis, coffeshops ;), Van Gogh, barrio rojo, Ana Frank, etc… Pero ¿a qué no te viene «Vondelpark»?.
Es lógico, porque a no ser que te pongas a mirar guías sobre Amsterdam, donde te lo van a recomendar sí o sí , no sabrás de su existencia, no es uno de los lugares más conocidos de la ciudad de cara a los turistas, por lo menos no tanto como sus canales o coffeshops. Si he titulado la entrada «Vondelpark, un pequeño gran rincón» es porque lo que para nosotros es un pequeño rincón en la ciudad, nada más que por el desconocimiento, para los habitantes de esta ciudad y de todo el país puede ser y es «el gran rincón verde», y no lo digo solo por su tamaño, 48 hectáreas , sino por que es el parque más conocido de todo el país, al que acuden más de 10 millones de personas a visitarlo cada año.
He podido disfrutar en dos ocasiones de esta ciudad, pero solo una de este parque, en la primera hicimos una excursión desde Bélgica de un día , así que meramente nos dedicamos a pasear por el centro, descartamos cualquier visita a museo o atracción, salvo la de subir a un barco, más bien provocado porque amenazaba lluvia, era otra forma de seguir viendo la ciudad sin mojarnos.
La segunda vez llegué con un grupo de amigos y en una mañana de octubre el sol nos mostró su mejor cara… ¡el sol! sí ¡el sol! la lluvia había decidido darnos tregua para que pudiéramos disfrutar de cada calle, plaza y para que nos percatáramos de que si hace sol a los holandeses les gusta disfrutar de él, da igual que refresque, hace ¡sol! como en Leidseplein, jóvenes, mayores, músicos, ocupaban las terrazas, yo pasaba por ella al ritmo de mi pedaleo en busca del parque, ¡me encanta volver a las ciudades por segunda vez! Las sientes más tuyas.
Una vez en el parque puedes imaginar cómo será este lugar en verano, seguro que se llena, sobretodo cuando alguna actividad ocupa el día: teatro, cine, conciertos o el mercadillo cada 30 de abril para conmemorar el día de la Reina, es un buen refugio para sus ciudadanos, lugar donde escapar del ajetreo de la ciudad, donde disfrutar de paseos con los amigos, de los juegos con los hijos o parar a tomar el sol y leer un libro.
El parque existe gracias a que unos ricos ciudadanos de Amsterdam reunieron fondos para crearlo ; en 1864 empezaron comprando un pequeño terrero (8 hectáreas) en las afueras de la ciudad (actualmente esta en el centro, al sur, debido al crecimiento de ésta), 13 años más tarde se compraron las 40 hectáreas restantes, dando forma finalmente a este lugar al que una estatua situada en el centro, de un poeta holandés: Joost Van Den Vondel, le da el nombre.
Puedes encontrar varios establecimientos donde parar a coger fuerzas, un restaurante, un sala de té o un bar lo ocupan, incluso algún kiosco donde comprar alguna cosa para picotear; encontrarás mesas en el exterior de los locales para aprovechar los días de buen tiempo. Aquí hicimos nuestra parada de rigor, para tomar algo, charlar de nuestro siguiente destino en la ciudad, y observar el movimiento de la gente. Voy a decir que el paisaje era sosegado, no había demasiado tráfico de bicis, pero el suficiente, también varios grupos de jóvenes invadían las explanadas de césped, incluido algún grupo un poco más hippie, el hombre de el espectáculo de pompas de jabón tampoco tenía muchos espectadores, pero hay que entender que era entre semana y por la mañana, trabajar y trabajar ¡Una lástima que allí no exista el puente del Pilar, para verlo en pleno apogeo! 🙂
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Menuda siesta nos marcamos en el cesped de este parque! estuvimos en agosto y como dices, se pone hasta las trancas. Llevábamos toda la mañana andando y tras comer hicimos una de las cosas que más nos gusta en los viajes. Llegar a un parque y tumbarnos a descansar… Un lugar de lo más animado y que recomiendo también conocer.
Un abrazo!
Nosotros también paramos a descasar, que nuestro hotel estaba lejos del centro y fuimos en bici, pero yo soy más de cafe en terraza, soy un poco anti-césped, lo confieso, me suele dar asquito. =S …jejeje, pero luego no me importa tirarme en la acera más guarrindonga del mundo. Qué rarita soy!!
Me encanta el Vondelpark (y todos los otros parques de esta ciudad también 😉 La verdad que es genial ir en verano pero también en primavera u otoño si sale el sol… Qué suerte la vuestra de tener un día bonito en Octubre (no diré que no los haya pero por estas fechas ya empieza lo gris)…
Me alegra que te gustara y ahora ya sabes… a por una tercera vez visitando Ámsterdam!!! 🙂
Qué dios te oiga Sonia!! Ojalá exista una 3 y 4 vez, que me quedé con ganas de visitar en las dos ocasiones el keukenhof.
Lo cierto que es el pulmón de la ciudad y el mayor espacio verde. Un lugar, que al igual que muchos lectores paramos para hacer un picnic y echar una siesta.
Interesante la historia que cuenta sobre como empezó la construcción del parque, la misma historia nos la contaron a nosotros durante una visita al Barrio Jordaan (https://tourgratis.com/ciudad/amsterdam-1)
Te felicito por el trabajo que haces!
Un saludo.